viernes, 15 de abril de 2011

TOCA LO QUE TOCA





Por aquí, por allí, por todas partes, ¡estoy harto! No encuentro más que conspiraciones, maquinaciones… Masones, políticos, jueces, banqueros, figurones, periodistas, artistas, comunistas, capitalistas, separatistas y un montón de carteristas. Todos maquinando desde sus grotescas nóminas como quedarse con la mía; todos convencidos que me van a convencer para que abdique de mi moral, de mis principios, de mi fe y del lugar que ocupo por haber nacido.

Pues no me da la gana, respiraré profundo, contaré hasta diez y volveré a empezar. Y hoy no toca hablar del Titanic:

HOY toca hablar de algo que ya sé. Toca oír viejas monsergas. Toca el pasito atrás. Toca recordar lo que eres, lo que somos: somos carne en explotación, una cifra para hacienda y una carga para la seguridad social; somos la urna que han de recontar y los bueyes que hay que arrear; somos siervos, cuyos amos vejan sin respeto, sin caridad. Botarate votante. Por lo tanto… toca, te toca pagar. Lo ha dicho Rodríguez Zapatero.

Toca, después de años de sacrificios y privaciones para ir pagando la hipoteca, toca devolver la que creías tu casa y quedarte con el embargo de por vida. Toca, si aún no te llegó, esperar el boleto, el preaviso de despido. Toca ir con una raquítica cartera al mercado, al de verdad, a la plaza de abasto, para traerte una paupérrima cesta. Toca, lo que tocan: tambores de guerra a la libertad, a la justicia, a la unidad, a la lengua, a la historia, a la Cruz, a la ilusión, a la prosperidad. A España.

A Rodríguez Zapatero, no le toca.

Toca partida nueva, los contendientes quieren reorganizar el tablero de ajedrez; del peón a la torre todos a sus lugares correspondientes. Bancos y gobiernos, o capital y Estado, o dinero y leyes, o, oro y fusiles, necesitan retomar posiciones. Yo te di, tú me das; tú tienes, yo tengo; esto para mí, aquello para ti. Si da igual, toca al que toca, pagarán los de siempre.

Y Rodríguez Zapatero lo sabe. Y nosotros.

-5%, -0º, congelación, ni una pastilla de más, ni obsequio a las parturientas, ni fruslerías ni capricho alguno, que hay que ahorrar para ir de furcias. Aquí estamos nosotros, para pagar cualquier bacanal, a la griega, a la romana o a la marbellí. Mientras tantos millones y millones para las manirrotas CCAA, para los San Telmos y sus EREs, la embajadas y los retretes de nuestros políticos que han de evacuar por el culo entre rosas y dulces olores, porque el hedor de lo que defecan por la boca no tiene solución ni ambientador inventado capaz de mitigarlo.

Como decía hace unos días el cuarto y mitad de libertad que tenemos, la vamos a pagar, la estamos pagando al contado, en machacantes contantes y sonantes; a precio de oro, en negro y en “B” pero en efectivo.

Y no solo la vil moneda estafan y roban, sino que además se reparten España, como si de un cortijo se tratara, entre separatistas y terroristas; roban el derecho al uso de tu lengua española; le niegan una autentica educación a tus hijos; dan a los homosexuales, lo que quitan a los heterosexuales; amparan con leyes a asesinos pro abortistas, frente a quienes defienden la vida y su milagro; airean el ateísmo, el relativismo, la alianza de civilizaciones, desde el ataque sin cuartel al creyente cristiano y sobre todo católico. Son inagotables. Son…

Saludos y gracias a todos.

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