viernes, 24 de junio de 2011

DE MOMENTO GUIPÚZCOA TOTAL

En LIBERTAD DIGITAL:

Martín Garitano, diputado general con Otegi en la solapa











No valen exclamaciones ni maldiciones. No valen juramentaciones en comandita de cenáculos patrioteros. No valen inhibiciones tal que avestruz. No valen justificaciones. Lo que vale son los muertos que se han quedado en el camino de orate a orate, de Sabino Arana a Rodríguez Zapatero. Para nada. Para la pena de sus familias y el escarnio de todos nosotros. Para la afrenta sin la adecuada respuesta. Para ser sólo carne de cañón. Para perder una guerra sin lucha valiente, cara a cara.
Empieza a pensarlo seriamente, a asumirlo, porque esto va de veras, a cada minuto que pasa se hace más realidad. ¿Creías que nunca llegaría? ¿Qué era imposible? ¿Qué se pondría remedio a tiempo? ¿Qué se detendría la penúltima cúpula terrorista? Craso error, ya lo ves, antes al contrario, ayudan a los pistoleros a que escapen de la policía. ETA manda, BILDU obedece, ¡Gora Eukal Herria Askatuta! Está claro, los vascos… muchos vascos, demasiados vascos y vascas se han olvidado de tantas criaturas asesinadas con premeditación y alevosía. Sin comerlo ni beberlo; porque el juicio sumarísimo de una mente sádica así lo decidió; porque pasaba por allí; porque tuvo la suerte de nacer en este lado de España. 
Los vascos… muchos vascos y mucho Gobierno prefieren antes a quienes son capaces de descerrajar un tiro en la nuca, que a quienes defienden el estado de derecho. A los proxenetas de la extorsión y la parabellum, a honrar la memoria de quienes perdieron su vida en la emboscada de un enemigo sibilino como la serpiente de su anagrama. Prefieren reírles la gracia a etarras convictos y confesos, a salva patrias de la Izquierda Abertzale, porque su fin todo lo justifica, porque levantan el puño de su religión de venganza y muerte,  como los cristianos hacen con su Cruz. La gran diferencia es que su dios se llama odio eterno, y el de la Cruz infinito Amor.
Saludos y gracias por su atención.